Análisis | Plan de recuperación Paso a paso – ¿hacia dónde vamos?

Por: Camilo Lanfranco / Laboratorio de Cambio Social / Publicado: 22.08.2020 / El Desconcierto

Reactivar la economía y disminuir el contagio es posible. Mientras en Chile el gobierno de Piñera negaba ayuda a la población argumentando responsabilidad fiscal, Canada, con una deuda publica de 90% del PIB (vs 25% en Chile) impulsa un sólido plan de rescate desde los primeros días de la crisis. Su objetivo principal ha sido poner dinero directamente en los bolsillos de la gente para que no tuviera que salir y ponerse en riesgo.

Mientras Piñera anunciaba su plan de reactivación económica de USD$34.000M, miles de chilenes, residentes en carpas, hacían cuentas de cómo iban a comer: unes 20 mil a nivel nacional. En el sector aledaño al Mapocho, en sólo cuatro cuadras se han contabilizado hasta 364 personas viviendo en carpas. Grupos vecinales del barrio, ademas de organizaciones ciudadanas, se han preocupado de ayudarlas con ropas y comidas. Cuando esto no alcanza, estos vecinos transeúntes golpean las puertas de los vecinos permanentes por algo “pa cocinar”.

Según Espacio Público, el plan de desconfinamiento del gobierno “equivale a jugar a la ruleta rusa con balas en al menos dos de los tambores del revólver”. Y en medio de esta situación de incertidumbre sanitaria y económica, la gente busca desesperadamente volver a tener un rol dentro de la matriz económica, aglomerándose en mercados mayoristas como el Mall Chino en Santiago Centro, recientemente salido de cuarentena. Curiosidades de nuestro país: tuvimos las cuarentenas más largas del mundo, y salimos con más contagios activos que con los que entramos.

Fig 1. Después de una de las cuarentenas más largas del mundo, estamos “rojitos”. Fuente: Datos Macro Expansión

Reactivación económica y disminución de contagios

La relación sanitaria-económica en tiempos de crisis radicales como las actuales no es fácil. Algunos extremos como Trump en EEUU o Carlos Soublette, presidente de la Cámara de Comercio en Chile, toman el discurso de “No podemos matar la actividad económica por salvar vidas”, asumiendo un dilema falso. En una encuesta a economistas de la Universidad de Chicago, 80% estuvo de acuerdo que abandonar cuarentenas en medio de una alta probabilidad de vivir un resurgimiento de infecciones,  “conducirá a un daño económico total mayor que mantenerlas”.

Reactivar la economía y disminuir el contagio es posible. Mientras en Chile el gobierno de Piñera negaba ayuda a la población argumentando responsabilidad fiscalCanada, con una deuda publica de 90% del PIB (vs 25% en Chile) impulsa un sólido plan de rescate desde los primeros días de la crisis. Su objetivo principal ha sido poner dinero directamente en los bolsillos de la gente para que no tuviera que salir y ponerse en riesgo.

En medio de la contracción económica, esta estrategia canadiense subvencionó e impulsó la demanda. La economía se reactivó y disminuyó el contagio. En Chile, mientras tanto, las medidas de empleo basadas en ayudas a empresas no han funcionado. En julio, el desempleo en Canadá llegó a un 10.9% mientras en Chile se calcula en casi un 30%.

Canadá – Ayudas estatales para la Reactivación de Crisis Económica COVID-19

Tabla 1. Fueron diversas ayudas que el gobierno canadiense impulsó, en su mayoría de manera directa a la gente. La ayudas a las empresas fueron limitadas. Fueron aun más restrictivas si se trataban de empresas contaminantes. Más medidas al final del artículo. Fuente: Elaboración propia en base a prensa canadiense y anuncios gubernamentales, Laboratorio de Cambio Social.

Inversión en Salud

Economistas incluso han recomendado dar vuelta la situación: invertir en salud como estrategia de crecimiento económico a largo plazo, estimando que tener comunidades más sanas con menos muertes podría hacer aumentar el PIB en alrededor de un 8%. En el informe “Priorizar la salud: una receta para la prosperidad”, los autores argumentan que un tercio del crecimiento económico de las economías avanzadas puede ser atribuido a la mejora de la salud de la población en general.

La salud, sin embargo, no formó parte importante del anuncio de Piñera. Sí nombró calles, puentes, aeropuertos y “jardines pavimentados”. Subsidios y concesiones a los grandes grupos económicos. Y en esa vaga lista de proyectos, vemos desde ya los potenciales conflictos con comunidades locales y un estrés innecesario a la matriz pública-privada, producto de la falta de una mirada integral. Estos son una continuación de situaciones como el proyecto hidroeléctrico de Alto Maipo y el negocio de la paltacriticadas por su manejo del agua. Para las PYMEs, mientras tanto, Piñera celebraba 215 mil créditos Fogape por un monto de $10,000 USD, a pesar no haber llegado ni siquiera a la mitad de lo anunciado a fines de abril.

Te doy un crédito

Efectivamente, éstos han sido planes marcados por el crédito, en efecto un “Préstate a ti mismo”, en la esperanza de que en algunos años más estarás mejor que hoy. Del plan de ayuda inicial del gobierno solo 35% de la ayuda era plata real inyectada a la economía. El resto era prestamos o beneficios en el pago de impuestos. De esta forma, utilizando tu seguro de desempleo, prestamos y créditos, la base del programa de reactivación sigue la máxima “tu pagas”, mientras el gobierno, con la plata de todos, subsidia a las empresas más grandes, con inversiones, rescates o ayudas directas.

Te doy una mano

Y la gente ha entendido “tenemos que valernos por nosotros mismos”. Para el hambre hubo un exponencial crecimiento de ollas comunes. Victorino Goldberg, de la ONG Map8, calcula que desde el inicio de la pandemia su iniciativa ha estado dando en promedio 22.000 raciones diarias de comida. A través de un sistema integrado y eficiente, logran recoger donaciones de los hogares, comprar a proveedores a precio por mayor (muchas veces con descuentos de los mismos proveedores que quieren ayudar), enviarlo a casi todas las comunas de Santiago (menos las 5 más pudientes). Una vez en el territorio, las organizaciones locales lideradas principalmente por mujeres se organizan para cocinar la comida, que se reparte directamente a los hogares, sin que los beneficiados tengan que salir de su hogar.

Goldberg cuenta que el virus los ha “profesionalizado”. Han tomado cursos de responsabilidad vial, de protección contra el virus, protocolos de uso, y cuentan con tests: hasta el día de hoy ninguno de los 126 bici-mensajeros y voluntarios ha sido infectado con el virus.

Foto: En medio de la pandemia, la bici-logística ha probado ser un eficiente y seguro medio de responder a necesidades inmediatas de la población. Fuente: Map8.

Redes se activan, nuevas matrices económicas se construyen

La cantidad de alimentos que mueven en Map8 representa entre $20 y 30 millones en costos al mes. Del gobierno no han recibido nada. Sus aportes vienen de vecinos, PYMEs y algunas empresas que ayudan de diversas formas. Esta organización de bici-logística tiene como centro de acopio el local de la Confederación Nacional de Taxistas, un edificio enorme con mucho espacio al aire libre. “Quien lo hubiera dicho,” dice Goldberg, “ciclistas y taxistas unidos. Pero eso es lo que ha hecho la pandemia: todos quieren ayudar.”

Sin poder contar con la data de todos los distintos puntos territoriales a lo largo del país, estas historias se repiten. Huertos rurales aportando semanalmente a instituciones, huertos urbanos aportando alimento a vecinos, repartición de comidas, ropas, y otros esenciales a los más vulnerables. Redes de apoyo que se multiplican generando una nueva matriz entre vecinos, empresas, cooperativas y el bien común. Pescadores donando productos del marMapuches productos de la tierrasindicatos apoyando hospitales. Hasta las grandes empresas han salido a ayudar con obras caritativas que tratan de suplir las falencias que tenemos como sociedad. Pero en este caso, mejor que la caridad sería un sistema previsional robusto financiado en parte por los empleadores.

Estos conocimientos y experiencias se comparten en una ola de webinars, que analizan temas como la nueva constitución, la alimentación, los huertos, economías del SXXI, feminismo, inmigración, situación de calle, salud y derecho en tiempos de pandemia, y un largo etc, que ilustran como la ciudadanía se educa y actúa.

Entre ellos destacan esta semana la experiencia de Ludotecas en Valparaíso, organizado por CEDEUS (PUC), un buen ejemplo para recuperar la salud de niñes y personas mayores en los barrios chilenos; y el trabajo de las oficinas de los pueblos originarios de varias municipalidades, quienes están liderando innovadoras políticas inclusivas y respetuosas, en un momento donde el racismo arrasa en los medios masivos. De hecho, los  programas políticos televisivos han quedado cortos frente al interés por información y análisis políticos distribuidos en linea, a través de podcasts, youtube o los canales más pequeños como la Red o Vía X.

Hacia allá, por lo tanto, vamos con todas las contradicciones a cuestas: frente a un gobierno que no acoge la realidad, una ciudadania organizada, capacitándose diariamente en la contingencia, cada vez más consciente. Un gobierno que trata de explotar la división entre la gente como una táctica política. La ciudadanía buscando unir sus diversidades en acción política, social, ambiental y económica.

¿Cuánto más nos va a costar, por las personas que no sobrevivirán al virus y por la mala gestión económica? ¿Chile podrá canalizar lo aprendido a través de una democratización cada vez más profunda?

Hay buenas señales, pero requieren que nadie se quede pasive frente a las decisiones colectivas que debemos tomar en los próximos meses y años, fundacionales para lograr un Chile digno en el siglo XXI.

Información adicional: Ayudas estatales Canadá para la Reactivación de Crisis Económica COVID-19

Fuente: Elaboración propia en base a prensa canadiense y anuncios gubernamentales, Laboratorio de Cambio Social.